Según el folclore popular hace muchos siglos este profeta musulmán pronunció esta hoy famosa frase que viene a decir algo así como que si las cosas no resultan o funcionan como uno quiere o espera, hay que reaccionar y hacer que sucedan.
Algo parecido a esto es lo que nos sucedió en una de las reformas que estamos gestionando en el estudio y donde teníamos que renovar el mobiliario completo de una zona destinada a trabajo de oficina.
Dada la especial configuración del local (espacio relativamente pequeño con una geometría irregular) y dado el uso previsto (intensivo semindustrial), la elección de una línea de mobilario ya existente y que se ajustase a las exigencias arriba descritas resultaba casi imposible.
Así que después de buscar y buscar finalmente decidimos liarnos la manta a la cabeza y diseñar el mobiliario nosotras mismas.
Los criterios para el diseño del mismo partían de dos premisas básicas: resistencia e higiene:
- Resistencia, porque están destinados a albergar documentación de oficina. Me imagino que todos sabeis la barbaridad que pesa una caja de folios.
- Higiene, porque su uso semindustrial así lo requiere.
Teniendo en cuanta estas caractersíticas se optó por diseñar un mobiliario resuelto mediante dos materiales diferentes: un armazón metálico de tubo de acero que ofrece una gran resistencia y unas superficies de apoyo resueltas mediante tablero de madera revestido con un lámina de plástico decorativo.
La estructura metálica se ha lacado en blanco y en nuestro caso el laminado decorativo es de la casa comercial Formica y se llama Latte Walnut.
Por cierto, que nos llamó un montón la atención la cantidad de acabados decorativos que tiene esta casa comercial y lo conseguidos que están.
Aquí os dejamos con unas fotos del proceso del montaje.
La verdad es que llevamos ya un año con esta obra y estamos deseando que se acabe para poder ver el resultado final y TODO LIMPIO (esto último sobre todo, por favor).
Ah, por cierto, todo el mobiliario realizado con la siempre constructiva y productiva colaboración de Carpintería Dífain.
Un saludo.
Sra. Farnsworth.