Paula y David son naturales de Ordes, un pequeño pueblo situado en el corazón de la Provincia de A Coruña, pero desde hace unos años ambos trabajan en Vigo, en una empresa relacionada con el sector de las telecomunicaciones. Con el objetivo de fijar definitivamente su residencia en Vigo, hace dos años adquirieron una pequeña finca en el núcleo urbano de San Antoiño, en el Concello de Mos. Su intención era promover la construcción de una vivienda unifamiliar de tres habitaciones a un precio relativamente razonable.
San Antoiño se asienta en la vertiente Norte de la Serra do Galleiro, sobre una ladera natural con una pendiente muy acusada. A pesar de lo poco favorable de su orientación, su ubicación le permite disfrutar de una amplia panorámica sobre el Río Louro y el valle del Louriña.
Como el resto del núcleo, la parcela donde se ubica la vivienda posee un fuerte desnivel -en sentido descendente hacia el Norte y hacia las vistas -que se resuelve a través de la formación de 3 bancales independientes. En su linde Oeste, sin embargo, existe una zona de pendiente más homogénea que funciona a modo de rampa y permite el acceso a la cota inferior de la finca.
Tras la realización del estudio geotécnico del terreno, los resultados obtenidos revelaron que, como consecuencia de los procesos de desmonte y terraplenado necesarios para las obras de ejecución de la urbanización, el subsuelo de la parcela no resultaba apto para la ejecución de una cimentación tradicional y superficial a base de zapatas y vigas de atado. La necesaria ejecución de una cimentación especial supuso un incremento inevitable del presupuesto que fue necesario compensar a partir de decisiones proyectuales que son las que definen y configuran las características formales de la propuesta.
La propuesta
La adaptación a los condicionantes del terreno.
La vivienda surge por tanto como respuesta a los particulares concionantes de su emplazamiento y a la necesaria contención del presupuesto consecuencia a su vez del sobrecosto derivado de la necesidad de una cimentación especial.
Se proyecta así una vivienda compacta, de justas y eficientes dimensiones, que se desarrolla en dos plantas, dispone de tres habitaciones y de un amplio salón-cocina de 35 metros cuadrados.
La implantación de la vivienda en la parcela se resuelve de tal forma que se minimizan las excavaciones, se evitan los aportes de tierras y los nuevos terraplenados. La edificación opta por respetar al máximo la topografía preexistente en la parcela y busca adaptarse a las características de la misma.
La vivienda se sitúa así de forma exenta, en el centro de la finca, elevándose sobre pilares para salvar el desnivel existente allí donde es necesario. La planta baja de la vivienda se ubica a cota de la plataforma intermedia, de tal forma que la planta primera queda a la altura de la plataforma superior y del vial de acceso a la finca. La entrada desde el exterior a esta planta se resuelve a través de una pasarela metálica, lo que evita el aporte de tierras y enfatiza el carácter exento de la vivienda.
La distribución y el diseño interior.
La distribución interior es muy simple. En planta baja se situa el dormitorio y el aseo principal, la zona de día y el lavadero tendal. En la planta superior se ubican los dos dormitorios secundarios con su correspondiente aseo. El pasillo de acceso y las escaleras que comunican la planta baja con la primera tienen un ancho de 1,40 metros. Esta dimesión permite realizar de forma holgada el acceso desde el exterior a dicha planta y colocar una libreria en la zona de las escaleras.
En cuanto a los acabados interiores, los clientes se decidieron por una combinación de una tarima de madera de color claro combinada con elementos de carpinteria lacado en negro en la zona de día y puertas y gurniciones en roble natural en la zona de noche. Además se decidió singularizar la zona de la cocina-comedor utilizando un pavimento imitación hidraulico.
La eficiencia energética y la calidad constructiva.
En el diseño de la vivienda se han tenido en cuenta además, las exigencias de eficiencia energética derivadas de los actuales estándares normativos.
Para alcanzar dichas prestaciones, se desarrolla de una triple estrategia:
a) Se utiliza un diseño pasivo en la concepción formal y volumétrica del edificio.
Se utilizan recursos de diseño pasivo que permiten optimizar el comportamiento energético de la vivienda mediante procedimientos naturales y sin la necesidad de recurrir a la implantación de sistemas mecánicos. Se proyecta así una vivienda compacta, que busca minimizar la superficie de envolvente en relación al volumen total construido. Se diseña un gran hueco orientado al sur que permite la captación del calor procedente del sol por ganancia directa, y se minimizan el numero y las dimensiones de los huecos en la fachada norte a aquellos estrictamente necesarios para poder disfrutar de las vistas existentes.
b) Se diseña una envolvente de altas prestaciones cuyo objetivo es minimizar las pérdidas de calor a través de las misma. Para ello se ha recurrido a la utilización de cerramientos de gran inercia térmica y elevados espesores de aislamiento térmico, al control y minimización de los puentes térmico y al uso de ventanas de elevada calidad y estanqueidad.
c) Se elije un sistema de calefacción eficiente y de elevado rendimiento mediante una calefacción por bomba de calor y suelo radiante a baja temperatura, que permite, comparado con otros sistemas más tradicionales (radiadores eléctricos, caldera de gas y circuito de radiadores por agua) obtener las mismas prestaciones a cambio de un consumo energético más reducido.
Esta triple estrategia permite obtener una vivienda con unos elevados estándares de calidad constructiva y una calificación energética A.
Una calificación energética A se traduce en un consumo energético muy reducido y en un ahorro mensual considerable en los recibos mensuales de luz.
La contención del presupuesto.
A pesar del sobrecosto derivado de la necesidad de una cimentación especial y del incremento económico consecuencia de la elevados estándares constructivos de la vivienda, la decisión proyectual de minimizar la intervención en la parcela y la contención en metros cuadrados de la vivienda permiten diseñar una vivienda cuyo presupuesto de ejecución material no alcanza los 1.200 euros/m2.
De no haber sido necesaria la ejecución de una cimentación especial, el coste de la construcción de la vivienda no alcanzaría los 1.000 euros/m2,un ratio que, para una vivienda de estas prestaciones (calificación energética A) constituye un valor con una excelente relación calidad- pecio.
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