17 de agosto de 2011

Oh! es él.

El verano está lleno de tópicos y rutinas que hacen que lo añoremos -todavía más si cabe- el resto del año: los días tan largos, el horario de media jornada, la playa y la cañita de después, las cenas al aire libre, LAS VACACIONES!!!!, LAS SANDALIAS!!!! ( me estoy emocionando) y así un largo etc en el que podría explayarme cual hooligan estival hasta “el infinito y mas allá”.
 
Y es que hay cosas que inevitablemente sólo pueden suceder en esta calurosa y soleada estación, porque de lo contario, el resultado sería un despropósito.

 
Este es el caso de la Serpentine Gallery Summer Pavillion, pabellón veraniego y fresquito que todos los años y con carácter temporal se levanta en los jardines de Hyde Park, en la teoría lluviosa y fría, invernal capital inglesa.

 
Y es que como cada verano - y ya desde el año 2000 - la Serperntine Gallery de Londres completa y amplía sus instalaciones con un edificio anexo de cuyo diseño se han encargado - hasta la fecha - algunos de los más importantes arquitectos internacionales: Zaha Hadid, Alvaro Siza, Souto de Moura, Kazuyo Sejima,… en realidad, casi todos ellos ganadores del premio Pritzker de arquitectura, que viene a ser algo así como premio nobel, pero en versión yankee y sin Victoria de Suecia.

 
En fin, a lo que vamos.

 
El caso, es que este año y ¡POR FIN! el seleccionado ha sido el también multipremiado y laureado arquitecto Peter Zumthor, que es éste señor tan ideal que veis aquí.


 
Y que hace cosas tan estupendas como estas. 


Termas de Vals. Peter Zhumthor. 1996
 
Como arquitecto, el señor Peter Zhumthor se ha caracterizado por ir siempre a su bola, cosa que en el fondo y personalmente, es de agradecer.

 
Sin ir más lejos, y ya en una de sus primeras obras más internacionalmente reconocidas, la Saint Benedict Chapelle,  Zhumtor no sólo deja claro que el va a su aire (recordemos que estamos en 1989, en plena controversia postmodernista y en una guerra de discursos deconstructivistas, brutalistas y de demás ismos de la que sólo algunas voces permanecieron ajenas) sino que además establece cuales serán los pilares básicos que configurarán su manera de entender y ejercer la arquitectura:

 
Verdad y sinceridad a raudales.


 
Zumthor practica la arquitectura de la evidencia, lo que ves, es lo que hay.

 
Sus edificios no representan nada, simplemente lo son.

 
Y como ejemplo fijémonos nuevamente en la Saint Benedict Chapelle.


 
Todo en su diseño y configuración responde a la materialización del proceso constructivo que la define.

 
La estructura de la cubierta.


 
Los pies derechos que configuran el entramado vertical estructural.

 
E incluso la manera en que a éstos se fijan los paneles metálicos que configuran la envolvente de su cerramiento vertical.


 
Lo más curioso de la arquitectura de Zumthor es que es precisamente esta aparente huída de los formalismos y de la definición de un lenguaje arquitectónico determinado lo que dota a todas sus obras de una rotunda y definitiva carga formal que -premeditadamente o no- entra  directamente en contacto con el mundo de los arquetipos arquitectónicos.

 
Así por ejemplo, cuando Zumthor diseña el campanario para la Saint Benedict Chapelle, recurre a la idea original y primigenia del mismo y de este modo lo sintetiza en su forma más simple.


 
Simplemente genial. 

 
Y es precisamente ese vínculo con la esencia primigenia y original de las cosas lo que conecta a su arquitectura con el inconsciente colectivo y la hace portadora de un claro carácter espiritual y sensorial presente también –no podía ser de otra manera- en su reciente creación para la Serpentine Gallery, que es esta cosa tan estupenda que veis aquí a continuación.




 
Su propuesta se basa en el concepto de hortus conclusos, un jardín dentro de otro jardín, un espacio contemplativo que nos aleje de los ruidos de la ciudad y que invita al relax y a la desconexión.

 
Se puede ser más majo?

 
Yo creo que no, así que por todas estas y otras arquitectónicas razones, Sr. Peter Zumthor yo proclamo mi fascinación y me declaro fan.

 
Sin otro particular, se despide atentamente.

 
Tuya siempre.

 
La Sra.Farnsworth

 
P.D. no me negareis que este señor además de hacer unas cosas estupendas, va hecho un pincel.