7 de marzo de 2013

SORPRESAS ENTERRADAS


Aquí parte del equipo Farnsworth intentando entrar dentro de un inmueble cargado de valor histórico 
y patrimonial (nótese la solemnidad del momento).

Como algunos de vosotros ya sabéis, en estos momentos en el estudio estamos desarrollando dos proyectos de rehabilitación en el Casco Vello de Vigo, uno en Rúa Alta -actualmente en proceso de ejecución- y otro en Rúa Ferrería- actualmente pendiente de concesión de licencia.

Muchas veces intervenir en los edificios existentes es como abrir un “huevo kínder”, nunca sabes lo que te vas a encontrar, pero pase lo que pase lo que tienes que hacer es seguir siempre las instrucciones.

Y es que -además de la normativa de obligado cumplimiento que por defecto resulta siempre de aplicación en cualquier proyecto de edificación (entiéndase por ello Codigo Técnico de la Edificación, Habitabilidad de Galicia, Accesibilidad, etc)- en estos casos, por tratarse de una intervención en un inmueble dotado de un probado valor histórico y  patrimonial, es obligado cumplir -a mayores- con toda una serie de normas y condicionantes cuyo objetivo final es precisamente la preservación y protección del mismo.

Aquí el inmueble en cuestión.

Por ejemplo, en el caso de nuestras viviendas, estas “instrucciones” llegan de la mano del denominado Plan Especial de Reforma Interior del Casco Vello de Vigo, que catalogándolas con un Nivel de Protección Ambiental, nos permite efectuar una reforma completa de su interior, siempre y cuando se mantengan y conserven las características que definen y configuran sus fachadas.

Por ejemplo, con un Nivel de Protección Ambiental –que como dijimos es el caso en el que se encuentran nuestras viviendas- suele resultar obligatorio recuperar las carpinterías originales de la edificación, tanto en lo que se refiere a los materiales como al sistema de apertura de las mismas, es habitual que exista un catálogo de materiales y colores al que resulta obligatorio ceñirse o incluso puede estar –por seguir con el ejemplo- regulado el número, posición y tamaño de los lucernarios en las cubiertas.

Y es que si las intervenciones en edificios catalogados suelen venir con libro de instrucciones, muchas veces, si estos además se ubican en una zona identificada como de posibles yacimientos arqueológicos, su rehabilitación suele estar cargadita de sorpresas. 

Por ejemplo, el Casco Vello de Vigo es considerado por su Plan Especial de Protección correspondiente como “Zona Única Arqueológica”  lo que implica que cualquier actuación por debajo de la cota del suelo (por ejemplo para ejecutar el saneamiento o para reforzar la cimentación existente) conlleva la realización de un estudio arqueológico previo que verifique que no existen restos arqueológicos susceptibles de ser dañados o -en el caso de que estos si existan- obliga a modificar el proyecto para asegurar su conservación.

En nuestro caso, por ejemplo, en la vivienda en la Rúa Ferrería el estudio arqueológico realizado por la arqueóloga Rosa Villar reveló que –oh! sorpresa-bajo la capa de hormigón que conforma el pavimento actual existe un antiguo pavimento formado por bloques de granito de superficie muy regular y canto 20 cm que parece extenderse por toda la superficie de la planta baja.

Restos arqueológicos 1.

Restos arqueológicos 2.

Restos arqueológicos 3.

Una vez emitido el informe y enviado a la Xunta de Galicia, esta resolvió que no sólo es obligatorio conservar el antiguo pavimento, sino que además sería aconsejable integrar su conservación con la nueva propuesta de rehabilitación.

Y en ello estamos.

Un saludo.

Sra.Farnsworth

5 comentarios:

  1. Debe ser un trabajo chulísimo sobretodo por esas gratas sorpresas que os encontráis que aunque den traba jo añadido es un lujo.

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  2. seguro que os sale un proyecto precioso,
    todo un reto

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  3. Pues deseando que nos mostreis el resultado.
    Ánimo y adelante!
    Bss,Carmen

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  4. Buhhhh, pues tenés arduo trabajo por delante, pero imagino que el reto os engrandece.
    Me ha gustado el momento de solemnidad ante la apertura. A mí ese momento me encantaría, me gusta entrar en edificios antiguos (pero siempre lo hago con nocturnidad y alevosía, ojalá llegue un momento que sea solemne, jajajaja)
    Abrazos.

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  5. Qué barbaridad! Y de qué época es ese suelo? lo sabéis?

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